(………………………....………………………) venga,
con tu poder lo traigas a mí,
que venga, que venga, que nadie lo detenga,
que corra, que corra, que nadie lo socorra,
que las calles se le acorten y los pasos se le alarguen,
que llegue a mí, como un manso cordero,
humilde y rendido a mis pies.
Amén.
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